Deep in the Caribbean
martes, 6 de diciembre de 2011
DeGauss Chronicles: The Beginning
jueves, 24 de noviembre de 2011
¿Podré salvarme?
viernes, 16 de septiembre de 2011
Leo
Hace un rato tuve la fortuna de que me introdujeran a un grupo electrónico francés llamado Talamasca. Este grupo sacó un álbum conceptual basado en los signos del zodiaco (10 puntos si adivinas cómos ese llama), donde cada canción representaba un signo. Es música electrónica instrumental, pero a pesar de la falta de letra, las canciones realmente representan lo que significa cada signo. Aunque no sigo mucho la astrología, me pareció fascinante el concepto (crecí viendo caballeros del zodiaco), y no habrían objeciones si se experimentaras esta música bajo el efecto psicoactivo de tu elección.
En la tradición de Noel Gallagher (exlíder de la banda Oasis), decidí robarme descaradamente el concepto para una canción. Escogí el signo leo porque yo caigo en su rango, e intenté registrar en música lo que pensaba al escuchar la palabra leo. No sé realmente que tan exitoso fui, pero quedé satisfecho con el pequeño experimento. Decidí de entrada que distorsión era necesaria (rugido del león tal vez?) y surgió una especie de blues rockero. Ya que el elemento de leo es el fuego, decidí proyectarme como el fuego y preguntarme qué pienso de los otros elementos. El resto creo que es tan simple que se explica por sí solo.
domingo, 7 de agosto de 2011
El hombre nuclear
El Hombre Nuclear se abre paso sobre la calle principal de la ciudad hasta que finalmente llega a su destino: una clínica. Un vigilante en un edificio cercano lo confunde por sus oscuros lentes, o más bien creo que lo descubre, y en un autóctono saludo le grita “buena, Lee Majors!”. Claro, cómo no identificarlo, me parecía haberlo visto corriendo a gran velocidad, pero en cámara lenta, con ese extraño sonido de la locomoción biónica. Sin duda, era él. Un par de médicos y varias enfermeras se le acercaron a pedirle un autógrafo y hasta apareció de la nada un fotógrafo para capturar el momento en que aquel hombre subía las escaleras a razón de un brinco por cada piso del edificio. Algunos incluso afirman que se detuvo en el cuarto piso porque se encontró con Oscar Goldman, jefe de la O.S.I., pero no, era solo su compadre Wilson, en la puerta de la U.C.I.
Con su ceño fruncido y la ceja derecha un tanto elevada (característico de esta leyenda viviente) parecía estar escuchando la próxima misión encomendada por su jefe y amigo, sin embargo este no era su libreto, su mente estaba en otro asunto y no podía concentrarse en ese instrumental de DeGauss que estaba sonando en el circuito cerrado de audio de aquella moderna clínica. Eran ya las 8 PM y algo lo impacientaba. Trataba de utilizar su oído biónico para escuchar a través de las paredes, pero un solo del Broder alteraba su rango de frecuencias audible; inclusive echó un vistazo por la ventanilla de la puerta al quirófano, pero su vista infrarroja se distorsionaba con el brillo del thin crash del Garras. Por último, la operadora informó algo por los altavoces, pero Steve Austin no logró entender qué decía, pues un lamento con el bajo de Javk interfería la señal.
El tiempo parecía eterno, como en un blues improvisado. 8:17 PM. El Hombre Nuclear vio venir al final del pasillo a un experto cirujano de la ciudad, el Dr. Sales, aunque varios testigos confundieron su fisonomía con la del científico de la serie, Dr. Rudy Wells. Detrás una enfermera venía con un objeto no identificado envuelto en unas cobijas. El Hombre Nuclear no lo podía creer. Esto iba más allá de la moderna tecnología incorporada en su cuerpo. En el clímax del jam que lleva su nombre, una mujer, su esposa, acababa de dar a luz su último varón. Se precipitó a aquella enfermera y al Dr. Sales (por supuesto, en cámara lenta y con el peculiar sonido de los movimientos biónicos de este legendario personaje). Tomó en sus brazos al niño, cuidando no estriparlo con su fuerte diestra, y he aquí que apareció su gran compadre, no Oscar, sino Wilson, y con gran familiaridad lo saludó: “Felicitaciones José María”.
Ese es el Hombre Nuclear (José María, Lee Majors o Steve Austin, anyway), mi héroe personal, de la televisión y de los incipientes 80’s, gran personaje de mi vida a quién debo tanto como a mi madre, tan cerca en todos mis tiempos y tan presente en todos mis días. Hoy es testigo y fan #1 de nuestros proyectos, patrocinador oficial y arreglista de tiempo completo (o sea, el que nos arregla los instrumentos cuando fallan eléctrica o mecánicamente), quien nos secunda las ideas macabras de las nuevas canciones y quien nos soporta las tardes escandalosas en medio de una que otra sana borrachera. That’s my “The Six Million Dollar Man”, pero este man realmente no tiene precio.
El Hombre Nuclear, es el nombre de este jam, que nació en el garaje de mi casa (Cave Of Da Secrets), en una tarde DeGauss, con calor y unas cuantas cervezas; surgió este tema de la nada, en cámara lenta pero veloz, con gran fuerza biónica, con visión telescópica de las promesas de nuestra banda, con un power total; hace dos años, en mi Barranquilla, en mi Beverly Hills criolla, para todos nuestros fans. Sin duda alguna se perciben huellas de nuestros inicios, tal vez no contábamos con mucha tecnología en la producción, pero sí con mucho talento y técnica musical. Sin más preámbulos, los dejo con esta excelente pieza musical de nuestra temprana inspiración.
gArrAs
miércoles, 13 de julio de 2011
En una celda sin barrotes
Programas de TV como Dilbert, The Office, grupos musicales como Los Prisioneros de Chile, Pink Floyd, Películas como Office Space tratan el tema, inclusive algunos enferman ante la realización y frustración de formar parte de una fila interminable de lemmings que repiten lo que hacen lo demás, a otros, el corazón rebelde, la incontrolable llama que sacude el alma exige más, bloquea cuando piden conformarse, los que sienten que la vida debe traer en su camino un paquete lleno de sorpresas gratificantes pero no se atreven a buscarlo, esos... viven en una prisión mental.
lunes, 27 de junio de 2011
¿Quieres más? (insaciable)
Pero no siempre. El deseo que es algo tan básico y tan importante en toda relación, puede ser también el fin de ella. Porque recordemos que el deseo, a diferencia del amor, es muy básico y puede despertarse ante estímulos igual de sencillos. El deseo siempre lo habrá; es cuestión de hacia quién está dirigido."
JP
¿Quieres más? (insaciable) - DeGauss :
sábado, 4 de junio de 2011
Contigo
"Por medio de terapia y fuerza de voluntad he estado intentando cambiar ciertos patrones de pensamiento equivocados que he ido aprendiendo a través de mi vida. Al analizar todo lo que había estado escribiendo el pasado año, me di cuenta que todo tenía un toque sombrío y pesimista.Al ser consciente de esto, me he forzado a escribir canciones que no reflejen estos pensamientos. Naturalmente, lo primero que viene a la mente al escribir algo que me inspire pensamientos positivos es pensar en mi novia. Pero como ya recientemente le escribí una canción describiendo nuestra relación, no quise hacer lo mismo de nuevo. Esta vez empecé con la intención de escribir una canción que la describa a ella únicamente, sin incluirme a mi. Pero conforme iba escribiendo, esto se hizo imposible. Como me suele pasar, el enfoque de la canción se fue dando por su cuenta.Básicamente, me enfoqué en la idea del soporte que ella me presenta a mi (o yo a ella) en cualquier tipo de situación, y lo bien que se siente tener este soporte (ahora escribiendo esto mi instinto me dice qué también es cierto lo mal que se sentiría perder este soporte, pero ignoraré este instinto porque, joder, ese es el punto de todo esto).Ella siempre ha creído en correr riesgos y siempre ser la persona que uno quiere ser; sin importar lo que haga el resto. Las cosas no siempre son lo que parecen, y a veces lo que menos quieres escuchar es lo que más necesitas.JP"